Islandia, la `Tierra del Hielo´, es una tierra joven, aún formándose. Los volcanes, los glaciares, las coladas de lava, los acantilados y las cascadas presentan todos los colores del arco iris, en una confrontación única con los elementos: el viento, la luz, el aire transparente, los espacios inmensos...
El viajero que visita Islandia hoy en día lo hace por las mismas razones que los vikingos que la descubrieron en el s. IX: el amor por la libertad. Tanto por las vastos e inhabitados paisajes, como para pasear por la ciudad haciendo amigos, uno se siente libre en Islandia.
Qué hacer
Islandia ofrece una gran diversidad de excursiones para los amantes de la naturaleza con paisajes impresionantes, campos de lava reciente, rugientes cascadas y majestuosos glaciares.
En la temporada más cálida, de abril a septiembre, se puede estar casi seguro de avistar alguna ballena. En junio y julio, la gran expectación es el Sol de Medianoche, que trae a la isla largas noches blancas de hadas. La temporada para cazar una aurora boreal, comienza en septiembre.
La relajación y el bienestar de los baños en piscinas al aire libre, se puede disfrutar todo el año, gracias a la temperatura de las aguas geotérmicas. Igual que los deportes de invierno: de enero a abril en el sur; y de noviembre a abril en el norte. Para los amantes de la noche, el ambiente reikiakense dispone de clubs y discotecas abiertos hasta el amanecer.
Gastronomía
Los productos de mar, son una exquisitez islandesa. Los restaurantes ofrecen una amplia selección de pescado fresco traído del mar, salmón de río y langosta. Otras delicias islandesas son: caviar de huevas de lumpo, salmón marinado al eneldo, y el postre estrella, skyr, un yogur servido con arándanos frescos y nata.