Desde el momento en que se llega a Palermo impresiona la magnífica vista del mar en contraste con la imponente montaña que se eleva detrás. Es la mayor ciudad de Sicilia y también la más cosmopolita. Polvorientos museos se mezclan con restos de arquitectura árabe y arte barroco entre mercados bulliciosos y un tráfico caótico pero sin dejar de fascinar al viajero en ningún momento. Sus calles estrechas que se entrelazan todavía conservan el ambiente de épocas pasadas.
Cómo moverse
Como siempre, lo mejor para conocer una ciudad es recorrerla a pie pero, en este caso, más aún ya que el tráfico es muy intenso en la ciudad. A pesar de esto, el servicio de transporte público de la ciudad es bueno. Cuenta con autobuses que recorren toda la ciudad y que van también a Mondello y Monreale. Además, dos líneas de minibuses, la Gialla y la Rossa, van desde la estación de tren a los principales puntos turísticos.
Qué ver y qué hacer
La mezquita árabo-normanda de San Giovanni degli Eremiti cuenta con un precioso claustro y un maravilloso jardín que la convierten en un oasis en medio de la ciudad. El Palazzo Normando alberga la Capilla Palatina, una maravilla del arte con preciosos mosaicos bizantinos azules. Junto al palazzo, se encuentra la Porta Nuova que abría la vía principal de la ciudad. En la plaza Quattro Canti, centro histórico de Palermo, convergen las dos vías principales de la ciudad, Vittorio Emanuele y Via Maqueda. A un lado de via Calatafimi, quedan las Catacumbas de los Capuchinos, en el monasterio del mismo nombre, que contienen más de 8000 cuerpos momificados. Al otro, se encuentra la Zisa un edificio normando de arquitectura árabe, residencia de los reyes normandos.
La Plaza Pretoria es el punto de encuentro de los jóvenes de la ciudad y la playa de Mondello es donde los palermitanos desconectan de la vida diaria y se refrescan del calor del verano. También en invierno es preciosa.
Si te apetece sumergirte en la naturaleza puedes pasear por la Reserva Natural del Cíngaro que se extiende en la parte occidental del Golfo de Castellammare, en la península de San Vito lo Capo. Descubrirás una naturaleza incontaminada con montañas imponentes, profundas entradas en la roca, pequeñas calas y cuevas. Si eres un amante del buceo submarino, aquí encontrarás esponjas, anémonas y madréporas de magníficos colores que revisten las grutas y las cuevas.
Eventos y fiestas típicas
En mayo, se organiza el Festival de Música en la Playa que cuenta con espectáculos, carreras y comida y bebida sin parar.
El Festino di Santa Rosalia, a mediados de julio, consiste en una procesión del patrón de Palermo por la ciudad, un espectáculo de fuegos artificiales y fiestas por toda la ciudad.
De julio a septiembre tiene lugar el Kals'Art con eventos de música, teatro y otras disciplinas culturales en Kalsa, el barrio más antiguo de Palermo.
De compras por
No puedes perderte el caótico y auténtico mercado de Vucciria donde los puestos de fruta, carne, especias y otros alimentos componen todo un mosaico de color y olores. Se extiende por las calles que rodean a la Piazza San Domenico.
Las marionetas son un objeto clave de la tradición cultural de Palermo y un bello recuerdo que llevarse de la ciudad. En Corso Vittorio Emanuele encontrarás talleres artesanales que las fabrican.
En la exclusiva Via Libertà encontrarás los mejores diseñadores y sus últimas creaciones.
Qué se cuece en
La cocina de Palermo es típicamente mediterránea y los ingredientes básicos son la pasta, el pescado o el aceite de oliva. Entre algunos de los platos típicos se encuentran la pasta con sardinas, la caponata de berenjenas o los involtini alla palermitana que están rellenos de piñones y queso, entre otros ingredientes.
El clima
El clima de la isla es mediterráneo así que Palermo disfruta de inviernos suaves y veranos cálidos y secos en los que poder disfrutar de la playa.
Entonces...
No te lo pienses más, Palermo es una ciudad vibrante en la que disfrutarás de cada momento pasado en ella. Pasea por sus estrechas calles y empápate del ambiente del sur de Italia. Es aconsejable disfrutar Palermo poco a poco mientras paseas por su pequeño centro histórico donde los estilos arquitectónicos y las épocas históricas se sobreponen y donde las calles y callejuelas conservan todavía los trazos dejados por los pueblos que, uno después de otro, han dominado en esta ciudad.