Túnez es el país más pequeño del Magreb con un gran legado cultural gracias a los numerosos imperios que dejaron su huella. Es un país moderno, a orillas del Mediterráneo, donde relajarse en las magníficas playas o deslumbrarse con los maravillosos oasis que surgen entre las interminables dunas. Descubre el desierto del Sáhara, el más grande del mundo, un lugar mágico y lleno de misterio.
Cómo moverse
El medio más fácil para llegar a Túnez es el avión gracias a los vuelos de línea regular y, en los últimos tiempos, a las aerolíneas low cost que vuelan desde Europa. El barco también es una buena opción si quieres traerte el coche.
En la capital, el metro comunica los principales puntos de interés. Otra opción más auténtica es coger un taxi. Los hay de dos tipos: los amarillos con taxímetro y los colectivos sin taxímetro. En este último caso, hay que negociar el precio con el conductor antes de realizar el trayecto.
Qué ver y qué hacer
Uno de los mayores reclamos de Túnez es el mar gracias a los cientos de kilómetros de playas acondicionadas y a sus miles de kilómetros de playas vírgenes. Aquí podrás disfrutar de numerosas actividades acuáticas como el buceo.
En el sur, se extienden las interminables dunas de arena del Sáhara. Si te gusta la aventura, no hay nada mejor que una excursión por el desierto, acampar junto a un oasis y dormir bajo millones de estrellas.
Como en muchas ciudades árabes, la zona más interesante se encuentra en la Medina. Puedes entrar a ella por la Puerta de Francia, una de las puertas antiguas. Dentro de la Medina, admira la Gran Mezquita (Ziyuona), también conocida como la mezquita de la aceituna. La Goulette es el puerto de Túnez y merece una visita.
Muy cerca de la ciudad, se encuentra el pequeño y encantador pueblo de Sidi Bou Said donde podrás disfrutar del ambiente tunecino en su estado más auténtico.
El principal enclave turístico es Hammamet gracias a sus playas y a sus jardines. De hecho, se le conoce como el Saint Tropez de Túnez. Los amantes del golf también podrán disfrutar de lo lindo gracias a los numerosos campos de golf de gran calidad del país.
La isla de Djerba es conocida como la Polinesia del Mediterráneo. Esta isla, junto con la zona del Golfo de Gabés son dos de los mejores lugares para practicar el buceo.
Madhia es la antigua capital fatimí y cuenta con preciosas playas y magníficas fortalezas.
Port El Kantaoui y Sousse son una mezcla de modernismo y tradición con el encanto típico de un pueblo tunecino.
Tabarka se encuentra al norte del país y es todo un paraíso natural con sus calas y playas de arena fina y agua cristalina.
Eventos y fiestas típicas
No hay una fecha fijada para las fiestas religiosas musulmanas, varían cada año según su calendario, así que conviene informarse antes de viajar.
De compras por
Los magníficos tapices tunecinos se distinguen por regiones según los motivos decorativos y los colores utilizados. La cerámica de Djerba y Nabeil es muy apreciada así como el cuero o los bordados.
Para comprar objetos tradicionales y auténticos, la visita obligada es la Medina donde se concentran los diferentes zocos de los diversos artesanos. Por ejemplo, está el Zoco de los Perfumes donde te embriagarán los aromas del incienso, los perfumes, las velas... El zoco Koumach es el mercado de los tejidos mientras que el Zoco de los Turcos ofrece una gran variedad de artesanía.
En la zona nueva de la ciudad, la Avenida Bourguiba concentra la mayoría de tiendas, boutiques y restaurantes.
Qué se cuece en
La cocina tunecina es muy rica y variada. Es el fruto de la combinación de varias influencias como las árabes, las bereberes o las europeas. Los alimentos principales que componen la dieta tunecina son el pescado o el cordero. El plato estrella es el cuscus, ya sea de cordero, pollo o pescado. Se prepara según numerosas recetas diferentes dependiendo del país y los ingredientes utilizados pero todas están riquísimas. Tampoco puedes dejar pasar la oportunidad de probar el delicioso cordero a la menta o las estupendas gambas a la kerkenesa.
Tienes que probar los deliciosos pastelitos baklava a base de miel y frutos secos acompañados del típico té a la menta, bien cargado y con mucho azúcar. El té se suele servir como gesto de cortesía así que es recomendable aceptarlo.
El clima
Aunque en los meses de verano es cuando se alcanzan las temperaturas más altas, es la mejor época para disfrutar del país en todo su esplendor. Si haces una ruta por el desierto y las montañas, no olvides que, aunque durante el día haga calor, por la noche las temperaturas descienden.
Datos prácticos
Los idiomas de Túnez son el árabe y el francés y la moneda es el dinar tunecino, que se divide en 1000 milimes. A la hora de cambiar moneda, ten en cuenta que no se puede importar ni exportar el dinar. Para los países de la Unión Europea no es necesario un visado, tan solo el pasaporte.
Se aconseja solo beber agua embotellada y también tener cuidado con el hielo en las bebidas, las comidas de los puestos callejeros y los zumos naturales.
No todo el mundo que viene a Túnez está acostumbrado a hacerlo, pero el regateo en Túnez está a la orden del día.
Entonces...
Desde el primer momento, la magia de este país te envolverá: la mezcla de un rico pasado con un futuro prometedor, el canto de la llamada al rezo que hipnotiza, los millones de estrellas bajo los que dormirás en el desierto.