La belleza de emplazamiento y de su luz ligeramente azulada ha hecho de ella un objeto de inspiración para generaciones de artistas de entre los más grandes. Sus calles, sus hoteles y sus cafés han visto pasar a Tennessee Williams, a Samuel Beckett, a Jean Genet. Sus palacios vivieron las fiestas mundanas de Barabara Hutton o de Malcolm Forbes. Su luz inspiró a Matisse y su misterio a Paul Bowles; la ciudad blanca ha sabido siempre enamorar a los genios.
Dispuesta como un anfiteatro sobre el Estrecho de Gibraltar, se asoma al Atlántico y al Mediterráneo. Su ubicación, su historia y las comodidades hoteleras que ofrece hacen de Tánger un destino privilegiado para los viajeros en busca de románticos recuerdos.
Cómo moverse
Lo mejor para desplazarse por el centro o la Medina es andar a pie. Aquí podrás perderte fácilmente entre perfumes y esencias y callejear en sus alrededores y descubrir las maravillas que esconden cada rincón de la ciudad.
Pero si lo que deseas es ganar tiempo o ir un poco más lejos, el taxi o el autobús son poco costosos y recorren todos los barrios de la ciudad.
Qué ver y qué hacer
En Tánger es indispensable recorrer el Petit Socco, llamado también Souk Dakhil (zoco chico), el corazón de la Medina y uno de los lugares más atractivos y característicos de la ciudad. También es preciso conocer sus museos: el de Arte Marroquín Dar el Makhzen y las colecciones de arte expuestas en el antiguo Consulado Americano.
Hay que hacer una pausa en el café Hafa, cuya decoración ofrece una inigualable vista sobre el estrecho. En los alrededores, son interesantes las visitas a los Cabos Espartel y Malabata, las Grutas de Hules y las ruinas romanas de Cotta. A sólo 14 kms. de Tánger, el cabo Espartel marca el extremo noroccidental del continente africano. Y muy cerca, se encuentran las espectaculares Grutas de Hules, cavidades naturales que el mar invade con marea alta. La ruta costera entre Tánger y Ceuta ofrece espectaculares vistas sobre el Estrecho, playas solitarias y pequeñas calas. El cabo Malabata, además de las vistas de la bahía de Tánger y el Estrecho de Gibraltar, permite admirar un curioso edificio de aspecto medieval - el castillo de Malabata - construido a principios de siglo. La pequeña ciudad romana de Cotta, con sus granjas y fábricas habla al viajero curioso de los modos de vida de los primeros siglos de nuestra era.
Eventos y fiestas típicas
Además de los festivos nacionales y religiosos como el Ramadán, en mayo y junio se desarrolla el festival internacional de Jazz más importante de Tánger, el Tanjazz, convocando a los artistas más famosos del momento.
En julio de cada año se organiza una nueva edición del Festival Noches del Mediterráneo a la que acuden tanto turistas como residentes para disfrutar en distintos locales de la ciudad de las mejores bandas del perímetro mediterráneo.
De compras por
Llevarse un recuerdo de la región, hacerle un regalo a un conocido o hacer las compras de la semana, Tánger es tu aliada. Los centros comerciales, las tiendas especializadas, los grandes almacenes y los zocos tradicionales están esparcidos por el centro de la ciudad. De oro, plata o piedras preciosas, podrás encontrar una infinidad de artículos de joyería y relojería así como tiendas de antigüedades, cubertería, vestimentas tradicionales Beldi, perfumería y alimentación.
Qué se cuece en
Detrás de cada plato hay una historia, y compartir este momento es la base sobre la cual se fundamenta la sociedad marroquí.
El cuscús, elaborado a base de sémola de trigo, carne o pescados y verduras, es el plato por excelencia. El toque exótico lo imprime la harissa.
La pastilla así como el tajín son otros de los famosos platos que suelen seguir un método de preparación tradicional.
No pierdas la ocasión de probar el pescado y el marisco fresco en el mismo puerto de Tánger. Es lo más destacado de la oferta gastronómica.
Si te apetece comer comida rápida en la calle busca siempre los sitios donde haya más gente, es una apuesta segura de que los productos son los más frescos.
El té, considerado como una bebida de cortesía, está muy arraigado en la cultura árabe, tanto que si rechazas una invitación a tomar té, podrías estar ofendiendo a un marroquí.
El clima
Las estaciones más agradables para descubrir Tánger son la primavera (de mediados de marzo a mayo) o el otoño (de septiembre a noviembre), cuando ha pasado ya lo peor de las temperaturas más altas.
Datos prácticos
El árabe es el idioma oficial de Marruecos, aunque el francés siempre ha estado presente en los ámbitos del negocio, la prensa y la educación. En menor medida que el francés, el español se mantiene al norte del país.
El viernes es el día principal de oración, de modo que muchas empresas amplían la hora de la comida. Durante el Ramadán, el ritmo del país cambia y la jornada laboral pasa a ser de 8h00 a 16h00.
Entonces...
En Tánger, verás cómo las anécdotas se convierten en leyendas. La Medina ha sido siempre fuente de inspiración de artistas, y sin excepción, todos se rindieron ante la belleza de la plaza del Petit Socco y sus cafés, de su puerto y de sus aromáticos paisajes. ¡Ven a encontrar tu vena artística y verás cómo suena la flauta!