En la ciudad colonial de Brasil se respiran todavía aires del África Negra. La indumentaria, el folclor, la religión, hasta la piel de sus habitantes delatan su pasado esclavista. Salvador es una mezcla perfecta de cultura, historia y ambiente playero.
Es una ciudad con gran carácter, entre la Bahía de Todos los Santos y las playas del océano Atlántico. El faro de la Barra marca el punto de inflexión entre las aguas mansas de la bahía y la orla de playas que se extienden más de 20 kilómetros hacia el norte.
Cuando el sol comienza a perder fuerza es el momento de adentrarse en las empinadas callejuelas del Pelourinho, un barrio colonial perfectamente conservado que fue el corazón de la ciudad antigua, hoy día declarado Patrimonio de la Humanidad.
Cómo moverse
El Aeropuerto Internacional Luís Eduardo Magalhães es el principal punto de conexión de Salvador de Bahía con el resto de Brasil y del mundo. Se encuentra a unos 20 km del centro de la ciudad y ofrece un servicio de lanzaderas más económicas que el taxi.
A la espera de terminar la construcción del metro, los nativos de Salvador suelen desplazarse en bus, en tren o en el transporte acuático.
Qué ver y qué hacer
Más que verla, Salvador de Bahía hay que sentirla. Lo primero será perderse por las vivas y coloridas calles del barrio alrededor del cual se ha hido formando la ciudad, Pelourinho, donde encontrarás iglesias, parques y retales de la historia esta ciudad con casi cinco siglos de historia a sus espaldas. En estas calles, cualquier excusa para tocar y bailar samba es buena.
Además, como toda ciudad costera de Brasil, ofrece unas playas paradisíacas, siendo Itapuã la más famosa y concorrida. Por otro lado, Salvador es una ciudad rodeada de parajes vírgenes, ya sea hacia el interior como en la propia costa, donde encontrarás numerosas islas como Itaparica. En este sentido, también es interesante una visita al Fuerte de San Marcelo, una estructura defensiva militar construida sobre un pequeño islote de arena frente a la costa soteropolitana y que parece que esté enclavado sobre el mismo mar.
Eventos y fiestas típicas
El carnaval de Salvador de Bahía es particularmente interesante por su particular alegría y desenfado. Es una ciudad que ama la música y en la que todo el mundo sabe tocar algún instrumento, por lo que su manera de celebrar el carnaval es menos pomposa respecto a otras ciudades brasileñas, pero con más magia.
La fiesta local más importante se celebra el 2 de julio en conmemoración de la Independencia de Bahía. Otras fechas importantes son la Fiesta de la Lapinha (del 3 al 6 de enero) o el 27 semptiembre, festividad de San Cosme y San Damián.
De compras por
En la ciudad baja, junto al mar, se encuentra el Mercado Modelo, ideal para hacer compras. Allí puede tomarse cada poco un barco para visitar la isla de Itaparica, situada enfrente, en la misma boca de la bahía.
Qué se cuece en
Le herencia africana está presente en todos los aspectos de la cultura soteropolitana, y la gastronomía no es una excepción, como podrás comprobar con el acarajé, una masa de chícharos salvajes frita en aceite de palma y rellena de camarones. Este plato suele acompañarse de un guiso llamado vatapá.
Siendo una ciudad marítima, muchas de las especialidades locales de Salvador de Bahía se basan en el pescado, como la moqueca baiana, un cocido de pescado y leche de coco.
De postres, nada como la refrescante cocada, un dulce cocinado con coco, azúcar y yemas de huevo.
El clima
El clima en Salvador de Bahía es muy caluroso. El termómetro no suele bajar de los
20ºC en invierno, mientras que en verano la temperatura oscila alrededor
de los 30ºC. Además, la proximidad con el mar provoca una notable
presencia de la humedad en el ambiente, lo que aumenta sustancialmente
la sensación de calor.
Datos prácticos
La moneda de Brasil es el real (1 R$ = 0,38 EUR o 0,5 US$). Existen oficinas de cambio
en toda la ciudad, aunque lo cierto es que todos los establecimientos
de Salvador de Bahía aceptan tarjetas de débito y de crédito. Sin embargo,
será necesario disponer de dinero en efectivo para acceder al transporte
público o para la venta ambulante, muy normal en diversos puntos de la ciudad.
Entonces...
Salvador de Bahía es una ciudad muy viva, llena de música y de colores en cada esquina y mucho menos masificada que Río de Janeiro.