Nápoles, ciudad de arte, se abre como un anfiteatro sobre el mar y está dominada por el Vesubio, por los Montes de la cuesta, las islas de Capri, Ischia, Procida y por el Capo Miseno. Nápoles, el centro del Mediterráneo, es la capital de la Región Campania y ``capital`` del Mezzogiorno de Italia.
Qué ver y qué hacer
En primavera Nápoles ofrece su parte mejor por lo que se refiere al recibimiento y a la hospitalidad. Es el mejor periodo para hacer excursiones, paseos ecológicos, visitas a los museos y a sitios artísticos e históricos. Es suficiente sólo olvidar la prisa y el estado de ansiedad y dejar que la misma ciudad y sus innumerables maravillas os conduzcan por la mano.
Protagonistas absolutos del verano napolitano son el mar, las zonas verdes y los lugares abiertos que al llegar del calor se hacen teatro de iniciativas deportivas, excursiones, conciertos, juegos y espectáculos de entretenimiento. Barcas de remos, yatchs, naves de crucero, botes cruzan las aguas del Golfo. En la Villa Municipal y en los parques ciudadanos mucha gente se entretiene hasta tarde para oír música, para asistir a la proyección de películas o para deleitarse con espectáculos de cabaret. Por las calles del centro la gente se divierte al ver los artistas de la calle. Los museos están abiertos por las tardes.
Una estancia en Nápoles en otoño representa una panacea para los que quieren prepararse a hacer frente a los incesantes ritmos de trabajo del invierno. La blandura del clima, la vivacidad de la vida ciudadana y las propuestas turísticas y culturales representan estímulos eficaces para dar energía al cuerpo y a la mente. Es el período más bello para encontrarse consigo y para ir al descubrimiento de los lugares donde la historia se encuentra con el mito y con la leyenda: Nápoles subterránea, las catacumbas de San Gennaro y de San Gaudioso, los escavos de San Lorenzo Maggiore, la iglesia de las Almas del Purgatorio, la capilla Sansevero,...
Nápoles es una ciudad solar en invierno, ya que sigue enseñando brillantez y exuberancia en cada ocasión. Pasear por las callejuelas del centro histórico vale unas vacaciones. Si hay alguien más exigente, para el fin del año, Nápoles propone un carné de citas merecedoras al respeto: conciertos, espectáculos de teatro, exposiciones artísticas, visitas guiadas, eventos deportivas, convenios, eventos religiosos, turísticos y culturales.
En cualquier época del año, es interesante desplazarse a sólo 13 km.,dónde se encuentra el majestuoso Vesubio, inactivo desde 1944. Además, una excursión a Pompeya, descifrará al viajero cómo era la vida romana en el 79 d.c., cuando la ciudad quedó sepultada bajo la lava y el lodo del Vesubio.