Bratislava, con medio millón de habitantes, está a unos 60 kilómetros de Viena y a 200 de Budapest, unidas las tres por la historia y un mismo río: el Danubio.
Qué ver y qué hacer
La urbe está en las estribaciones de los Pequeños Cárpatos, en un territorio tradicionalmente activo en lo histórico y comercial. Tiene una activa vida económica, con industrias químicas, de automoción y mecánicas.
Un viejo castillo, ubicado sobre un cerro, domina esta ciudad en la que aún se aprecian edificaciones diversas que atestiguan el pasado, en el que tuvo momentos especialmente florecientes, como los días en los que perteneció al imperio austrohúngaro.Denominada como Pressburg (Presburgo) por los alemanes, y Pozsony por los húngaros, desde 1919 la ciudad quedó con el nombre de Bratislava.
Se dice que la población resultó relativamente poco dañada en la Segunda Guerra Mundial pero que -paradójicamente- el desarrollismo posterior acabó con diversos elementos de su patrimonio artístico. Aún así merece la pena recorrer y hacer turismo por esta capital de Eslovaquia.